Cuando los Leones indomables de Camerún dominaron los Juegos

A lo largo de la historia de los Juegos, varios equipos han alcanzado tal altura que solo pueden describirse como increíbles. Tokio 2020 revisa las historias de estos equipos inolvidables y los jugadores estrella que fueron claves en la competición. Esta semana repasamos la historia de la selección masculina de fútbol de Camerún, que triunfó en Sídney 2000

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No fuimos a Sídney a ganar. Fuimos por la aventura
Patrick Suffo, delantero de Camerún, para ESPN

Cómo empezó

La retrospectiva es algo maravilloso.

Al mirar para atrás hacia el equipo de Camerún que hizo historia en Sídney 2000 es fácil darse cuenta de que tenía los ingredientes perfectos para convertirse en uno de los mejores equipos de fútbol que jamás haya surgido en África. Es fácil señalar la brillantez bajo palos de Carlos Kameni o las virtudes de Lauren, un jugador clave en los 'invencibles' del Arsenal -que terminaron la temporada 2003-04 de la Premier League invictos-. Y solo se necesita un vistazo rápido al increíble currículum del tres veces ganador de la Champions League Samuel Eto'o, a quien muchos tildan como mejor jugador africano, para ver que había algo sin dudas especial en este grupo de jugadores.

Pero en el año 2000, todos estos logros todavía estaban por llegar. En aquel momento, lo más grande que tenía la selección de Camerún era una promesa.

Exactamente diez años antes, Camerún se anunció en el escenario internacional como un equipo liderado por Roger Milla que encendió la llama en la Copa del Mundo de Italia 1990, al batir a la campeona del mundo, Argentina, en su camino a los cuartos de final.

Después, cuatro años antes de Sídney, las Super Águilas de Nigeria -lideradas por Jay-Jay Okocha y Nwankwo Kanu- se convirtieron en la primera nación africana en ganar un oro Olímpico en fútbol.

Pero el 13 de febrero del primer año Olímpico del nuevo siglo, los Leones indomables de Camerún se hicieron con el título de mejor equipo de África tras batir a Nigeria en los penaltis en la Copa de las Naciones de África.

En aquella ocasión, Camerún había perdido una ventaja de dos goles en el tiempo reglamentario antes de que Rigobert Song marcara el importante penal que sellaría la victoria después de que el partido terminara 2-2.

Poco sabían entonces lo cerca que estaban de hacer historia de nuevo cuando su aventura Olímpica llegara a su fin meses después en Sídney.

Las mayores victorias

"A los jugadores de Camerún les gusta atacar. Mi política es que, si estamos atacando, el otro equipo no puede atacarnos a nosotros", decía el entrenador de Camerún, Jean-Paul Akono para Los Angeles Times.

Quizá el primer gran obstáculo en el camino de Camerún hacia la final Olímpica fue el enfrentamiento en cuartos de final contra Brasil. 37.332 aficionados vieron en directo el partido en el renovado Campo de Crícket de Brisbane. En él, los Leones se veían las caras con un equipo brasileño en el que jugaban Alex -quien sería posteriormente una estrella en el Chelsea-, el defensor Lucio -que haría lo propio en el Inter de Milán y la Juventus-, y uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol: Ronaldinho.

El partido empezó con un increíble tiro libre de 25 metros materializado por Patrick M'Boma para poner a Camerún por delante en el marcador en el minuto 25, pero se convirtió en un caos cuando los Leones Geremi y Aaron Nguimbat vieron las tarjetas rojas antes del pitido final. Y cuando Ronaldinho mostró sus personales habilidades a balón parado con un impresionante tiro libre en el minuto 94, que cambió el partido, parecía que solo podía haber un ganador.

Pero cuando comenzó la prórroga, Camerún siguió atacando y, en el minuto 113 de partido, Modeste M'Bami encontró el fondo de la red con un lanzamiento desde 18 metros para sellar un gol de oro.

Los Leones ya estaban en el camino dorado.

Tras una remontada por 1-2 ante Chile en las semifinales, Camerún tenía que enfrentarse al examen más difícil del torneo en la final Olímpica ante España.

104.000 espectadores presenciaron el duelo en el Estadio Olímpico de Sídney para ver en el verde a Xavi, Carles Puyol y compañía, ya que La Roja era la gran favorita para el título de campeona Olímpica.

Solo siete meses antes en Nigeria, Camerún había desperdiciado una ventaja de 2-0 y tuvo que ir a los penaltis para asegurarse el título africano. Esta vez, fue Camerún la que se encontró dos goles por debajo en el marcador (el primero de ellos a los 78 segundos de partido).

Pero como su apodo sugería, los Leones indomables no serían domados. Liderada por el imperial Samuel Eto'o, Camerún parecía remontar en el segundo tiempo, con un gol en propia puerta de Amaya en el minuto 53 al que siguió, cinco minutos después, un tanto de Eto'o para nivelar la contienda.

Se llegó al pitido final y, de nuevo, a la tanda de penaltis. Solo cinco balones separaban a Camerún de la gloria.

M'Boma, Eto'o, Geremi, Lauren, Womé. Estos fueron los nombres de los héroes cameruneses quienes anotaron los goles en la tanda de penaltis que aseguraron el primer oro Olímpico de su nación en fútbol.

Al final, el español Amaya estrelló su lanzamiento contra el larguero, lo que le dio a Camerún el triunfo por el más pequeño margen. Aunque fue un cruel final para España, a día de hoy sigue siendo la mayor hazaña Olímpica para la nación de Camerún.

Los jugadores clave

El fútbol Olímpico es un torneo que esencialmente lo disputan jugadores de sub23, y solo tres mayores de esa edad pueden jugar en cada selección. Es por ello que generalmente el torneo Olímpico es la primera oportunidad para brillar para las futuras estrellas del fútbol mundial.

Carlos Kameni tenía solo 16 años cuando tomó parte en Sídney 2000, pero su heroicidad, particularmente contra Brasil, resultaría fundamental para la victoria Olímpica de su país. Patrick M'Boma, que entonces jugaba en el Barcelona B, marcó cuatro goles en su camino hasta la final, lo que hizo de él el máximo goleador de Camerún el torneo. Después tuvo una estelar carrera internacional, con 33 goles en 57 partidos.

Pero fue Samuel Eto'o quien haría la más firme declaración de intenciones, con su gol en la segunda mitad de la final para igualar la contienda ante España.

Mientras desarmaba la última línea de la defensa española antes de superar al portero, es fácil, de nuevo en retrospectiva, ver que el mundo estaba presenciando el comienzo de una carrera que lo convertiría en uno de los jugadores más exitosos de África.

¿Que pasó después?

Tras la medalla de oro Olímpica de Sídney 2000, Camerún ganó una Copa de las Naciones Africana en 2002. Pero el equipo que triunfó en Australia no consiguió ganar otro torneo internacional importante en los siguientes 15 años, cuando de nuevo se hizo con la corona continental con una victoria por 2-1 sobre Egipto.

Sin embargo, muchos de los jugadores que brillaron en Sídney 2000 gozaron de carreras impresionantes en algunos de los mejores clubes de Europa.

Kameni, que ahora tiene 37 años, jugó para el Espanyol y el Málaga antes de fichar por el Fenerbahçe turco hasta 2019. El lateral izquierdo Pierre Wome ganó el título de la Serie A en 2006 con el Inter de Milán, después de haber vivido otros momentos de éxito en Inglaterra, España y Alemania. Patrick M'Boma, el héroe goleador, jugó para el Paris Saint-Germain y el Parma, antes de militar en varios clubes de Japón, como Gamba Osaka, Tokyo Verdy y Vissel Kobe.

Y después está Samuel Eto'o.

Tres títulos de la Champions League, dos de la Afcon, otros tres de La Liga, cuatro distinciones a Mejor Jugador Africano del Año y un oro Olímpico. La estrella de Sídney sigue siendo a día de hoy el mayor deportista africano en un par de botas de fútbol.

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