De dónde es Mario Mola y cómo empezó
Mario Mola nació en Palma de Mallorca, capital de las Islas Baleares, el 23 de febrero de 1990.
El primer deporte que empezó a practicar de forma asidua fue la natación: Mola aprendió a nadar con cinco años y esa fue su única disciplina hasta que, siendo ya adolescente, el preparador físico de su club de natación le propuso dar el salto al triatlón.
Mola no destacaba en la piscina, pero sí demostró tener un gran potencial en la carrera a pie. Y a los 15 años, subido por primera vez a una bici de competición, debutó en triatlón con un tercer puesto en una prueba de Mallorca.
Solo un año más tarde ya era internacional con España.
Tres veces campeón del mundo
La progresión de Mario Mola fue meteórica: en 2009 se proclamó campeón del mundo júnior en triatlón y subcampeón del mundo júnior en duatlón. Una enorme proyección que ha conseguido confirmar en la élite.
En sus primeros Juegos Olímpicos, Londres 2012, acabó en la 19ª posición, pero en los años posteriores irrumpió con gran fuerza en el panorama internacional: en 2013 ya era el tercero del mundo; en 2014 y 2015 fue subcampeón, a la estela de su compatriota Javier Gómez Noya; y de 2016 a 2018 enlazó tres títulos consecutivos de campeón del mundo de triatlón.
Mola tiene clavada la espinita de los Juegos Olímpicos, porque en Río 2016 acudía como campeón del mundo y solo pudo ser octavo en una prueba mucho más abierta que la de 2012. Tokio 2020 se le presenta como la gran ocasión para reivindicarse.
Mola, Gómez Noya y el dominio español del triatlón
Mario Mola señala un referente inevitable en su carrera: Javier Gómez Noya. El triatleta gallego se proclamó campeón del mundo en cinco ocasiones y, entre 2007 y 2019, sólo faltó dos veces al podio.
Gómez Noya fue el primer triatleta de la historia en ganar tres Mundiales seguidos, una hazaña que sólo ha repetido otra persona: Mario Mola. Entre 2013 y 2018 conquistaron las seis coronas en juego, tiñendo de acento español el Mundial de triatlón.
De las 18 medallas que se repartieron en esos seis años, 10 fueron para ellos (y una más para el también español Fernando Alarza). En 2019 los dos volvieron a subirse al podio, pero esta vez el oro fue para el francés Vincent Luis, uno de los favoritos para Tokio 2020.
Este 26 de julio Mola y Noya buscarán añadir una medalla olímpica a su gran palmarés en la prueba del Parque Marino de Odaiba.
¿En cuánto corre Mario Mola un 5.000? ¿Y 10.000?
El gran fuerte de Mario Mola es la carrera a pie. De hecho, durante sus inicios compaginó sus primeras competiciones de triatlón con diversas pruebas de cross y atletismo. Y no a cualquier nivel: en 2009, el mismo año en que ganó el Mundial de triatlón júnior, se proclamó también Campeón de España de 5.000 metros en la categoría por delante de Toni Abadía, el actual plusmarquista nacional de los 10.000m ruta.
La pandemia le ha dado una oportunidad a Mario Mola para reencontrarse con esos inicios durante el último año y ha demostrado estar en un excelente estado de forma: en 5.000 metros consiguió su mejor marca personal (13:41.58, 2:44 minutos el kilómetro) y se ganó una plaza en el Campeonato de España de atletismo, y en el nacional de cross acabó séptimo con un tiempo de 29:49, a sólo 42 segundos del campeón.
En una prueba de carrera a pie en ruta que disputó en marzo de este año mejoró su registro en los 10.000m en ruta con un crono de 29:02.
La competición más difícil de Mario Mola
Mario Mola tiene muy claro cuál ha sido su competición más dura. Y no, no fue porque un día le fallaran las fuerzas o porque un rival fuera más fuerte. En 2018, el mismo día que viajaba a Bermudas para competir en la prueba de las Series Mundiales su pareja, la también triatleta Olímpica Carolina Routier, sufrió un grave accidente en bici.
“Fue un drama no poder estar ahí en ese momento y tener que vivir una situación así. No sabes hasta qué punto te están diciendo la verdad y lo pasé mal y con mucho estrés”, confesó en una entrevista en El Confidencial, donde resaltaba la fortaleza que demostró Routier en los meses posteriores.
Un coche embistió a Routier cuando entrenaba en bici y sufrió múltiples fracturas que la dejaron en estado crítico. “Cualquier otra persona que no tuviera su musculatura no lo habría contado”, añadió.
La buena evolución y los ánimos de Routier empujaron a Mola a seguir compitiendo, y en su temporada más complicada logró proclamarse campeón del mundo por tercera vez consecutiva.