Carli Lloyd, a por su tercera final Olímpica

La deportista del equipo estadounidense es una leyenda del fútbol. Pero para llegar a la cima, tuvo que superar muchos obstáculos

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(2015 Getty Images)

Para una futbolista que ha ganado todo, incluidas dos medallas de oro Olímpicas (2008, 2012), dos Copas Mundiales Femeninas de la FIFA (2015, 2019) y dos premios a la Jugadora del Año de la FIFA (2015, 2016), el ascenso de Carli Lloyd a la cima comenzó con algo tan alejado de la gloria como se pueda imaginar: con un fracaso.

"Cuando intenté formar parte del equipo nacional U21, fue básicamente el primer equipo en el que no fui aceptada. Estaba devastada”, recuerda Lloyd.

Su primera reacción fue encontrar a alguien a quien culpar. Culpar a los entrenadores. Culpar a sus compañeros de equipo. Culpar a todos. Todos menos a ella misma.

Y fue entonces cuando tomó la decisión de dejar el fútbol para siempre.

"Lo más fácil para mí era renunciar", explica.

Es extraño pensar que este podría haber sido el final de la historia de Lloyd como futbolista: el mundo despojado de una goleadora en dos finales Olímpicas, el primer hat-trick en una final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA y más de 290 apariciones para el equipo nacional de Estados Unidos con 123 goles internacionales

Pero por suerte Lloyd no renunció y siguió peleando.

Una fórmula ganadora

Lloyd había perdido la fe, pero los que la rodeaban no dejaban de creer en ella. Particularmente sus padres que vieron algo que ella no podía ver en sí misma.

"Obviamente, mis padres gastaron mucho tiempo y dinero, y sabían que tenía algo especial, por lo que no querían que renunciara".

Pero fue una reunión fortuita con un entrenador llamado James Galanis que colocó a Lloyd nuevamente en el camino correcto y le dio el ímpetu necesario para alcanzar su potencial y, a partir de ahí, la gloria.

El hermano menor de Lloyd había estado jugando en un equipo de fútbol que Galanis estaba entrenando, y su padre se le acercó después de la práctica para ver si estaría interesado en trabajar con Lloyd.

“Él ideó un plan para mí. Me dijo que tenía que trabajar duro todos los días, me dijo que esto tenía que convertirse en mi prioridad número uno antes que todo".

"Y mientras lo hiciera, y tuviera una mejor ética de trabajo y un mejor carácter, y fuera mentalmente dura, podría convertirme en la mejor jugadora del mundo".

Lloyd mantuvo su parte del trato. Y el resto, como dicen, es historia.

(2008 Getty Images)

Una final para la historia

Fue en 2008 cuando la leyenda de Lloyd comenzó a formarse. Y una vez más, la historia comenzó con un fracaso.

En las semifinales de la Copa del Mundo de 2007, los Estados Unidos perdieron 4-0 ante un Brasil liderado por Marta Vieira da Silva, comúnmente conocida como Marta, quien anotó un gol maravilloso descrito como "el gol de una genio" por Luciano do Valle, uno de los principales comentaristas de fútbol de Brasil.

Fue un resultado que dolió y que, con los Juegos Olímpicos de Pekín a solo un año de distancia, podría haber sido devastador para Lloyd.

“Para mí, la Copa Mundial 2007 fue una gran decepción. Por mi parte, pasé por un momento realmente difícil y desafiante con mi primer gran torneo".

Las cosas fueron de mal en peor en el camino a Pekín. Durante un partido de exhibición contra Brasil el 16 de julio de 2008, la principal goleadora de los Estados Unidos, Abby Wambach, se rompió una pierna durante una colisión con Andréia Rosa de Andrade.

"Todos el mundo pensó que nos quedaríamos fuera porque ella sufrió una fractura en la pierna", recuerda Lloyd. "Así que tuvimos que esforzarnos como equipo".

En los Juegos Olímpicos, Estados Unidos hizo un excelente papel y hasta el partido por la medalla de oro, después de ganar a Canadá en los cuartos de final (2-1) y Japón en la semifinal (4-2).

Si ganaban en la final Olímpica al mismo equipo brasileño que las derrotó solo un año antes, iba a ser algo extraordinario.

Y en el minuto 96 del partido, sucedió algo excepcional.

Cinco minutos y medio en el tiempo extra con el marcador en 0-0, Lloyd se hizo con el balón cerca de la portería brasileña. Aprovechando cada gramo de su fuerza, chutó la pelota y marcó.

Lloyd hizo algo que separa a los buenos de los excepcionales.

"Estaban en su apogeo", recuerda Lloyd con entusiasmo. "Recuerdo el final del partido y ver a Brasil acurrucado y pensar: 'Está bien, están cansadas ​. Tenemos que seguir adelante'".

"Finalmente, al anotar en el minuto 96, encontré lo que me hacía falta".

A pesar de todas las dificultades, Estados Unidos fue capaz de apuntarse la victoria y ganar la codiciada medalla de oro.

Hacia Tokio

Desde 2008, el ascenso de Lloyd ha sido meteórico. En Londres 2012, su gol fue de nuevo el que dio la victoria a su equipo en la final, algo que la convirtió en el único jugador (hombre o mujer) en marcar el gol ganador en dos finales Olímpicas.

En la Copa Mundial de la FIFA, Lloyd ha sido igualmente excepcional. En 2015, anotó un 'hat-trick' en los primeros 16 minutos de la final contra Japón. Fue el primer hat-trick en una final de la Copa Mundial de cualquier jugador desde el triple de Geoff Hurst para Inglaterra en 1966.

En 2019, agregó otra medalla de ganadora a su colección en la Copa Mundial al ganar contra Holanda 2-0.

La carrera de la deportista ha sido una gloriosa montaña rusa. Sin pausas. Hasta ahora.

Al acercarse Tokio 2020, la pandemia del COVID-19 y el consiguiente aplazamiento de los Juegos han dejado a Lloyd en la inusual posición de tener que reducir la velocidad.

“Nunca en mi vida había bajado tanto el ritmo. Y estoy encontrando otras cosas para llenar mi mente. Estoy leyendo más y estoy disfrutando de la naturaleza y escuchar el canto de los pájaros”.

Pero aunque la realidad de lo que estamos viviendo puedo haber causado la aparición de una nueva Lloyd, cuando se trata de los Juegos Olímpicos del próximo año, la jugadora sigue excitada.

"Es otro año en el que tenemos que pasar por la rutina nuevamente, pero lo veo como una oportunidad".

"Hay más tiempo para mí personalmente para ponerme en forma, más fuerte y ser mejor jugadora. Sé que nuestro equipo tendrá más tiempo juntos para mejorar. Así que sigo emocionada".

Después de todo por lo que ha pasado Lloyd, desde los reveses iniciales hasta la gloria final, ¿quién apostaría contra su triunfo una vez más cuando el fútbol tome el centro del escenario en Tokio el próximo año?

Ciertamente, la victoria será su objetivo.

“Estoy emocionada de tener otro año con un gran objetivo al final: ganar otra medalla de oro con mis compañeras de equipo".

Sin duda, sería un final maravilloso para una de las carreras más notables jamás vistas en la historia del fútbol en los Juegos Olímpicos.

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