Imagine tener la oportunidad de hacer su debut en un torneo internacional en los Juegos Olímpicos.
El equipo de fútbol femenino de Zambia, conocido como las Reinas del Cobre (Cooper Queens) estará haciendo exactamente eso cuando pise el campo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Las Reinas del Cobre nunca antes se habían clasificado para una Copa Mundial Femenina de la FIFA y solo habían participado previamente en tres Campeonatos Femeninos Africanos. De hecho, la última vez que Zambia participó en un torneo de fútbol Olímpico fue en Seúl 1988.
Por este motivo, clasificarse para Tokio 2020 fue un momento de orgullo. No estaba entre las favoritas.
“Significa mucho para todas y para el país en general. Es alentador para las mujeres, ni siquiera el equipo masculino se ha clasificado... hicimos historia", explica la capitana de Zambia, Barbra Banda, al Olympic Channel.
Una joven líder
Nacida en la capital de Zambia, Lusaka, Banda comenzó a jugar al fútbol a la edad de siete años. Fue su padre quien la inspiró a jugar.
“Solía animarme a practicar... él también estaba en el mundo del fútbol. Me animó diciéndome que si ese era mi talento o si me gustaba, debería concentrarme en él”, afirma la delantero de 20 años.
A los 13 años, Banda representó a Zambia en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2014, que fue la primera aparición del país en el torneo antes de hacer su debut como senior solo un par de años después.
Desde entonces, Banda ha jugado su primera liga profesional en la Primera División Femenina de España con el EdF Logroño. Cuando llegó, en la temproada 2018/19, el club había ascendido a la primera división.
Fue una aventura soñada para la entonces adolescente, que sigue siendo una de las únicas jugadoras en el equipo nacional que juega fuera de su país de origen.
"La forma en que solía jugar en Zambia y cómo jugaba en Europa era muy diferente", dice Banda, quien fue una de las ocho jugadoras que anotó un 'hat-trick' la temporada pasada.
“La liga española es mucho más competitiva en comparación con la de Zambia. Es una liga muy fuerte".
"Todos los equipos ofrecen una buena competencia. Jugar en España me ayudó a mejorar de muchas maneras".
Después de pasar dos temporadas en España, Banda se mudó a China para jugar en el Shanghai Shengli. Sin embargo, aún no ha podido hacer su debut ya que la temporada está actualmente suspendida.
Los sueños Olímpicos se hacen realidad
La clasificación para los Juegos Olímpicos no fue fácil para Zambia.
"No fue fácil porque cada equipo era fuerte. Decidimos que no subestimaríamos a ningún equipo", explica Banda.
En sus dos intentos anteriores para clasificarse para los Juegos Olímpicos (Londres 2012 y Río 2016), el equipo no había avanzado más allá de la segunda ronda.
En esta ocasión ni siquiera se las consideraba seriamente para competir por la única plaza directa de África al Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020. Tradicionales potencias de la región como las mundialistas Nigeria o Sudáfrica quedaron por el camino en unos clasificatorios Olímpicos emocionantes e imprevisibles.
En la última fase, Zambia se midió a la poderosa Camerún en una eliminatoria a doble partido no apta para cardiacos. Las Leonas Indomables se impusieron en la ida (3-2), pero Zambia hizo lo propio en la vuelta (2-1) y el mayor valor de los goles como visitante les sirvió para hacerse con el billete a Tokio.
Pero Banda sabe que de cara a los Juegos Olímpicos podrían enfrentarse a algunas de las principales potencias futbolísticas como las siete veces campeonas de la Copa América, Brasil, o las dobles campeonas mundiales, Estados Unidos, que también están clasificadas. De hecho, todos los equipos que se han clasificado para Tokio 2020 participaron en la Copa Mundial Femenina de la FIFA en Francia el año pasado.
A pesar del pedigrí de los oponentes a los que potencialmente se enfrentarán, las esperanzas aún son altas para las Reinas del Cobre.
"Lo que puedo decir a mi equipo es que tienen que ser decididas", dice Banda.
“Tenemos algo especial. Yo creo en mi equipo. Los equipos tienen que estar listos para nosotras".
La gente podría preguntarse cómo Banda puede mostrarse tan segura, pero para la joven todo se reduce a un elemento: la confianza.
"Tengo confianza y valor porque conozco el fútbol", apunta, "quien más lo desea es quien lo conseguirá".
“Le digo a mi equipo que si lo queremos, tenemos que trabajar muy duro para conseguirlo. Tenemos que estar unidas porque si estamos separadas no hay ningún lugar al que podamos ir. Tenemos que ser uno y todo será posible".
Dejando una marca
El fútbol femenino ha experimentado un crecimiento notable en la última década, con más de mil millones de personas conectando para ver la final de la Copa Mundial. Sin embargo, en muchos países, incluidos los del continente africano, el fútbol femenino aún tiene un largo camino a recorrer.
"Por ahora, estamos en desarrollo... no podemos compararlo con nuestra liga masculina porque aquí se concentran más en esa liga", explica Banda, "a nosotras, a las chicas, solo nos cuidan cuando nos va bien".
“No tenemos patrocinadores, por lo que nos resulta difícil mejorar, pero sé que lo haremos con el tiempo. Vamos poco a poco. Mejoraremos mientras nos vaya bien”.
Sin embargo, la Confederación de Fútbol Africano (CAF) está implementando cambios y ha lanzado su estrategia para el fútbol femenino con el objetivo de aumentar la participación, mejorar el juego a través de las competiciones y la profesionalización y promover y cambiar las percepciones.
Banda todavía espera dejar su huella en el deporte a medida que continúa desarrollándose como jugadora. La joven delantero tiene un futuro brillante por delante y sabe que sus sueños no tienen límites.
“[Todavía] soy joven, sigo jugando y desarrollando mi fútbol, así que sueño mucho. Quiero estar entre las mejores. Ese es mi mayor sueño: estar entre las mejores chicas del mundo”, afirma.
"Mi objetivo es dejar una marca, mi propio nombre, mi propio libro de registro".