Eyad Masoud tuvo que huir de Siria por culpa de la guerra. Junto con su familia, llegó primero a Arabia Saudí y después acabó en Nueva Zelanda, donde solicitó el estatuto de refugiado. Ahora entrena y enseña en el Centro Deportivo del Milenio AUT, que forma parte de la Universidad Tecnológica de Auckland, donde también estudia ingeniería mecánica.
A pesar de dos años difíciles, Eyad está más comprometido que nunca con su entrenamiento, y esto le permitió competir en el Campeonato Mundial de la FINA en 2022 por primera vez... pero esperemos que no sea la última.
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