El MLK accede finalmente a los playoffs. Tres partidos más separan al equipo de su objetivo, pero su portero titular está sancionado. Kimani, el entrenador... asistente, que es a la vez el principal instructor de los chicos en el campo y su confidente fuera de él, consigue mantener el equilibrio del equipo. Su paciencia, combinada con el empuje de Jake, forman una dupla perfecta. El defensa Vakaba, que ha venido a Nueva York para cumplir su sueño, se une al equipo y se convierte en parte de su éxito.