Los renos de la reina del esquí alpino, Mikaela Shiffrin

Los ganadores en eslalon de la Copa del Mundo en Levi (Finlandia) reciben un reno, al que el ganador debe poner nombre. La estadounidense tiene siete. ¿Cómo se llaman? 

Mikaela Shiffrin of USA wins FIS Alpine Ski World Cup women's slalom race in Levi, Finland in 2016
(Photo by Christophe Pallot/Agence Zoom/Getty Images)

Mikaela Shiffrin está a dos renos de poder tener su propio trineo.

Este quizá no es un inicio muy frecuente para un artículo sobre, seguramente, la mejor esquiadora alpina de todos los tiempos. Pero tiene una explicación: en la carrera anual de eslalon de la Copa del Mundo de Levi (Finlandia), sus ganadores reciben, entre otros premios, un reno. Y sí, es un reno de verdad. 

La estadounidense ha ganado, hasta ahora, siete. El más reciente, en noviembre, en la primera carrera de eslalon de la temporada 2023/24 de la Copa del Mundo de la FIS, la serie que sigue en importancia a los Juegos Olímpicos y a los Mundiales.

Los renos no van a casa con los deportistas, sino que se quedan en Finlandia con su manada, pero el ganador de la carrera tiene derecho a ponerle nombre al animal. Esto se convierte en tema de conversación durante la competición, y más en el caso de Shiffrin, que ha ganado tantos renos que ponerles nombre a todos ha dado pie a curiosos comentarios.

Shiffrin es ya la esquiadora más exitosa de todos los tiempos tras lograr su victoria número 87 en Are, en marzo de 2023, y superar así al sueco Ingemar Stenmark, anterior poseedor del récord. Y también es casi la Blanca Nieves de la manada: si gana dos renos más en Levi, la estadounidense podrá armar un trineo como el de Papá Noel.

Al primer reno, el que ganó en 2013, le puso un apodo muy familiar. Fue, seguramente, la elección más obvia para una adolescente que, entonces, ni se imaginaba que ganaría tantos.

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Los nombres de los renos de Mikaela Shiffrin

Rudolph. Este fue el nombre del primero. ¡Qué otro podría ser!

En aquellos momentos, Shiffrin subió emocionada un post en Instagram, donde aseguraba que no podía dormir. "Será el jet lag", se decía. O quizás fuese la emoción de ganar en Levi, sorprendentemente, el noveno podio ya de su floreciente carrera. Los hashtags que utilizó fueron elocuentes: #chasingreindeer (persiguiendo renos) y #santasworkshop (taller de Papá Noel).

Meses después, Shiffrin volvió a publicar sobre su primer reno y demostró lo en serio que se había tomado su responsabilidad como propietaria de ellos.

"¡Rudolph está sano y feliz! Le echo de menos", decía en una publicación en las redes sociales, que acompañó con el obligado emoji de cara triste.

Pasaron otros tres años antes de que Rodolfo tuviera un compañero. Corría 2016.

"Sí, tengo un reno llamado Sven", anunció la campeona olímpica en eslalon en Sochi 2014, recurriendo a Frozen, la taquillera película que aún recuerdan padres e hijos de todo el mundo, por más que se estrenase el año del primer reno de Shiffrin.

Dos años más tarde, y ya como bicampeona olímpica después de colgarse el oro en el eslalon gigante de PyeongChang 2018 a principios de aquel año, Shiffrin ganó otro de estos amigos peludos.

Consciente de que lo de ganar renos se estaba convirtiendo en algo habitual, intentó dar indicaciones a su tercer reno en la sesión de fotos de la entrega de premios de la segunda carrera de la temporada 2018/19.

"Señor Gru, ¿podría dejar de intentar comerse mis botas de esquí y MIRAR A LA CÁMARA?", bromeó Shiffrin con el reno, que parecía tener características similares a las de su malhumorado tocayo de Mi Villano Favorito.

Mikaela Shiffrin gana en la carrera de eslalon de Levi, Finlandia, en 2018. Allí recibió otro reno.

(Foto por Christophe Pallot/Agence Zoom/Getty Images)

Una carrera de récords y renos

La victoria de 2019 fue todo un hito, así que el nombre de aquel reno se convirtió en una cuestión mayor, porque, para entonces, ya se generaban expectativas antes de que ella comenzase a bromear con cómo lo llamaría.

"Todos estáis preguntando y la respuesta es no, aún no tengo un nombre para el reno, pero he pensado en uno y lo compartiré pronto, así que estad atentos. Creo que os va a gustar".

Cuando se supo el nombre, resultó ser una buena elección y un homenaje a otro de los grandes de todos los tiempos de este deporte: Ingemar.

La carrera supuso el título 41 de eslalon en la espectacular trayectoria de Shiffrin y le permitió superar el récord de 40 victorias en la Copa del Mundo que había establecido el gran esquiador sueco en la disciplina más corta y técnica del esquí.

Antes de ponerle su nombre al reno, y en un gesto de deferencia hacia el mítico deportista, Shiffrin quiso dejar las cosas claras. 

"Este récord lleva mi nombre y eso es un hito que, ni en mis sueños más salvajes, cuando era más joven, pensé que lograría. Sigo pensando que Ingemar era mejor que yo, así que no me lo tomo como si hubiese batido su récord, sino, simplemente, como si lo estuviese continuando”, confesó Shiffrin.

"De modo que, aunque la idea de ponerle el nombre de Ingemar nació a raíz de todo lo que se decía sobre batir su récord, no fue eso lo que, al final, me decidió a ponérselo", explicó. 

"Es, simplemente, un tributo a uno de los mejores esquiadores que jamás haya existido".

Un nombre emotivo

Las dos siguientes victorias en Levi, en noviembre de 2022, se produjeron con tan solo una semana de diferencia, ya que la temporada se inauguró con una jornada doble debido al mal tiempo en Europa Central, que provocó la cancelación de las tres primeras carreras.

En un bonito gesto, al primer reno de la semana lo bautizó para honrar a su nueva compañera Ava Sunshine, después de que ésta se convirtiese en la primera esquiadora estadounidense desde Brennan Rubie, en 2012, en sumar puntos en su debut en la Copa del Mundo.

"Nuestro pequeño amigo de anoche se llamará Sunny (abreviatura de Sunshine) en honor a la espectacular primera carrera en la Copa del Mundo de Ava Sunshine y también porque siempre debería haber un poco de sol en Levi", dijo Shiffrin sobre su compatriota de entonces 20 años.

La historia del segundo es más conmovedora: le puso el nombre de su padre, que murió repentinamente en febrero de 2020 después de un accidente en casa.

"El nombre es Lorax, en honor a mi papá y, en extensión, a toda mi familia, que me ha enseñado, apoyado y animado, y ha sido mi salvavidas en estos últimos años desde que él falleció", compartió Shiffrin.

Beso de reno de la reina de la nieve

Y así llegamos a 2023, y al nombre del último reno, que va acompañado de una divertida foto de un reno con cara de susto cuando Shiffrin frunce el ceño para darle un beso.

"Gracias a Dios que Aleks no me mira así cuando intento besarle...", publicó bromeando Shiffrin, en alusión a su novio, el también esquiador y dos veces medallista olímpico, el noruego Aleksander Aamodt Kilde.

De Instagram, además, surgieron varios nombres, mediante un divertido juego que propuso a sus fans.

Entre ellos estaba el de Iga, en honor a la jugadora de tenis Iga Swiatek, ganadora de cuatro Grand Slams a sus 22 años, y con quien Shiffrin ha creado un bonito vínculo después de que la atleta polaca citara a Shiffrin como el modelo a seguir. La estadounidense le devolvió el cumplido y surgió la amistad.

Otras propuestas fueron Muffin, en honor a un gato que había fallecido hacía algunos años; Loopie, el jugetón apodo que usa con su novio; Lucky, por el número siete de la suerte (y de renos), pero también porque se sintió afortunada por ganar la carrera después de que su eterna rival, la eslovaca Petra Vlhova, también dueña de seis renos gracias a las victorias en Levi, fallara una puerta en la segunda carrera después de dominar la primera solo por 0,76 segundos más que Shiffrin.

Petra, en consecuencia, fue otra sugerencia que Shiffrin consideró diciendo: "Me encanta la idea de rendir homenaje al rendimiento de Petra durante el fin de semana y cómo ha elevado mi propio nivel de esquí a lo largo de los años".

También jugó con Taylor Swift, sugiriendo con picardía que tenía que ver con la cantante que estaba de moda en las redes sociales debido al relanzamiento de su exitoso álbum 1989 (Versión de Taylor).

Pero al final, Shiffrin optó por un nombre más personal. No lo adivinaríais nunca. De verdad, no lo haríais.

Grogu.

No, nosotros tampoco, pero, al parecer, Grogu, llamado afectuosamente por los fans como Baby Yoda, es uno de los personajes favoritos de Shiffrin de la serie de televisión de Star Wars, The Mandalorian y El libro de Boba Fett.

"Su comportamiento es tan divertido y al mismo tiempo tan adorable y genial", escribió Shiffrin en las redes sociales.

"El año pasado, durante la temporada, empecé a utilizarlo como inspiración cuando me ponía nerviosa en las carreras y se convirtió en una especie de broma habitual con mi equipo y mi familia. Básicamente, cada vez que siento mucha presión, alguien cercano me susurra '¡Groguuuuu!'. Y eso, de alguna manera, me ayuda a resetear".

¿Adorable y malvado al mismo tiempo? Se parece mucho a la reina de la nieve que sigue arrasando en las pistas.

Mikaela Shiffrin gana en Levi en la Copa del Mundo de eslalon en 2022, donde obtuvo su último reno.

(Foto por Christophe Pallot/Agence Zoom/Getty Images)
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