Josep Clarós, el entrenador español que quiere devolver a Angola a la élite del baloncesto africano

París 2024

Clarós dirige el cambio generacional de Angola, que tendrá una de las selecciones más jóvenes en el Mundial de baloncesto 2023. El objetivo es ser el mejor equipo africano para lograr una plaza en los Juegos Olímpicos de París 2024.

5 minPor Andrés Aragón
Josep Clarós, seleccionador de Angola en el Mundial de baloncesto 2023.
(FIBA Basketball)

En treinta años de carrera como entrenador de baloncesto, Josep Clarós ha trabajado en 13 países repartidos en cuatro continentes. Ganó una medalla de plata con la selección de México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010, fue campeón en Japón y desde 2021 dirige a la selección de Angola, con la que afronta el Mundial de 2023.

Su objetivo más inmediato es ser la mejor selección africana en el Mundial de baloncesto y así lograr una plaza en los Juegos Olímpicos de París 2024. A largo plazo, ayudar a que Angola recupere el terreno perdido en los últimos años y vuelva a ser una potencia en el baloncesto africano.

Entre 1989 y 2009, Angola ganó 10 de los 11 Campeonatos de África que se celebraron, y vivió otros grandes momentos como la victoria sobre España en Barcelona 1992, la única de su historia en unos Juegos Olímpicos.

Después, la falta de relevo generacional y el crecimiento de países como Túnez, Nigeria o Senegal relegaron a Angola, que desde la llegada de Clarós vuelve a crecer. De esas selecciones es la única que estará en este Mundial, gracias a las ocho victorias seguidas con las que cerró la fase de clasificación.

Olympics.com (OC): En España se recuerda todavía aquel partido contra Angola en Barcelona 1992. ¿Hablan de él?

Josep Clarós: Lo recuerdo bien porque fue en Badalona, mi ciudad, y porque para el baloncesto fueron unos Juegos Olímpicos muy importantes. Aquí todo el mundo lo recuerda y uno de mis ayudantes, [Anibal Moreira], fue un jugador muy importante en aquel partido, así que muchas veces lo comentamos.

En España se vivió como una gran sorpresa, pero aquella selección de Angola tenía buen nivel para el momento que vivía el baloncesto africano.

Si miras los nombres de la selección española, era un equipo muy bueno, y eso te habla muy bien del nivel que Angola podía llegar a tener en ese momento para competir así contra España. Aquel partido ayudó a que todo el mundo los conociera, pero es que aquellos jugadores eran muy buenos.

Qué pasó para que Angola ‘perdiera’ esa posición predominante en el baloncesto africano.

En los últimos 10 años, selecciones como Senegal, Nigeria, Túnez o Costa de Marfil han hecho un gran esfuerzo. Además, tienen muchos jugadores en ligas extranjeras y eso les ha ayudado mucho. En el caso de Angola, se desarrolló una liga doméstica muy fuerte, los jugadores no salían al extranjero y quizá esa falta de experiencia internacional frenó un poco el crecimiento.

¿Cuál ha sido tu labor durante los dos años que llevas con la selección de Angola de baloncesto?

Lo primero que vi es que había que hacer algo diferente al resto de países africanos. África es el continente número uno en cuanto a talento, sobre todo atlético y físico. MVPs de la NBA como Giannis Antetokounmpo o Joel Embiid, el mejor jugador universitario del año pasado [Oscar Tshiebwe]... Son africanos o hijos de africanos.

Hay mucho potencial, pero se pierde. Y es algo que no solo pasa en Angola, sino en muchos países. Así que lo primero era crear las condiciones para ayudar a ese talento, que en cada país es distinto. Por suerte, he tenido el apoyo de la Federación, que es gente que conoce el baloncesto y sabe qué hace distinto al jugador angoleño.

En estos dos años he convocado a 74 jugadores diferentes entre todos los eventos. Han repetido muy pocos, solo dos o tres. Por tanto hay un movimiento constante. Eso ha hecho que todos los jugadores crean que pueden llegar a la selección, y así se crea una competencia, una ambición y un aliciente que hasta ahora no existía.

Ha llegado el cambio generacional que faltó durante un tiempo.

En el Mundial de 2019, Angola quedó 27ª con una selección que tenía una media de 33 años, con jugadores de 38, 39, 40 años... Había que cambiar esa dinámica. Ahora vamos a ser una de las selecciones más jóvenes, aunque tendremos algunos veteranos en el grupo. Estamos renovando la selección y cambiando un poco la dinámica con una generación más joven. Tomará tiempo, pero los resultados están acompañando. A ver si podemos conseguir volver a dominar en África, que es nuestro objetivo.

¿Cómo es entonces esta Angola de Josep Clarós?

JC: Es un equipo físico, atlético, intenso. Trabaja, juega con compromiso. Puede tener algunas carencias, porque falta experiencia internacional y hay jugadores que no pueden entrenar en las condiciones de otros países, pero estamos trabajando para corregirlas. Creo que a nivel de trabajo y de intensidad podemos competir y formarnos para volver a ser los mejores de África.

¿Ese es el objetivo para el Mundial?

JC: El primer objetivo es clasificar para los Juegos Olímpicos de París 2024, y para eso tenemos que ser el mejor equipo africano. Sabemos de la dificultad. Los dos primeros pasan a octavos de final, aunque todos los africanos, también nosotros, van a tener muy complicado pasar a la siguiente fase. Tenemos que ganar algún partido para estar como mínimo en la pelea del 17º al 24º puesto, y eso es lo que tenemos que intentar desde el primer día. Ir a sorprender, y luego ya veremos dónde nos pone la competición. Vamos con ilusión, y eso no nos lo puede quitar nadie.

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