Eldric Sella Rodríguez, el boxeador nacido en Venezuela que sigue inspirando a los refugiados en cualquier lugar

Eldric Sella Rodriguez vio cómo los sueños se hacen realidad cuando participó como boxeador en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, dentro del Equipo Olímpico de Refugiados del COI.

A pesar de perder en su primer combate, Sella se convirtió en una inspiración para muchos y, aunque compitió bajo la bandera neutral del Equipo de Refugiados, recibió un gran apoyo de venezolanos en todo el mundo.

Huyendo de una crisis económica y humanitaria en su país de origen en 2018, nunca dejó de lado sus sueños y quiere inspirar a muchos a hacer lo mismo.

En marzo de 2022, Sella volvió al ring en los Campeonatos Continentales Élite AMBC, en Ecuador. Fue uno de los 197 boxeadores de 25 naciones (y un equipo sin nación) que tomaron parte.

El púgil, de 25 años, boxeó como parte del 'Fair Chance Team', cuyo objetivo es apoyar a boxeadores con talento que se han visto desplazados por crisis globales.

Y en esta ocasión, logró la victoria en el primer combate, tras superar por una victoria a los puntos (4-1) a Víctor Gallo Alvarado, de Costa Rica.

Después llegaron los cuartos de final, donde el púgil de peso medio se enfrentó a un duro oponente, Amsterdam Desmon Cort, de Guyana. En un emocionante combate, Cort ganó por una ajustada decisión (3-2).

De nuevo, la derrota solo hizo a Sella más determinado.

"Seguimos avanzando. ¡Pendiente!"

Después del campeonato en Guayaquil, Rodríguez posteó este mensaje en Instagram, donde es seguido por más de 13.000 personas.

Con sus palabras quiso probar que le esperan mayores objetivos, y su victoria en la primera ronda de una competición internacional de boxeo es más gasolina para su fuego interior.

Huir de Venezuela para luchar por sus sueños

La historia de Sella es una con la que se pueden identificar millones de personas en todo el mundo.

Después de una crisis en 2014 en Venezuela que provocó un fuerte aumento de la pobreza y la violencia, este boxeador huyó a Trinidad y Tobago en busca de una vida mejor. Fue solo uno de los seis millones de personas que abandonaron el país sudamericano desde entonces, según World Vision.

El boxeo se fue convirtiendo en la vida de Sella mientras crecía, y trabajó lo suficientemente duro como parar entrar en el equipo nacional con 18 años. Pero su sueño de competir en los Juegos se esfumó pronto, cuando él y otros jóvenes aspirantes tuvieron que dejarlo por falta de recursos.

"Empecé a boxear con nueve años. Había un gimnasio de boxeo cerca de mi casa en Caracas, y solía ir con mi padre", contó para la IBA en una entrevista en Ecuador.

"Las cosas empezaron a ponerse duras en Venezuela, así que decidimos marcharnos para buscar mejores oportunidades para nuestra familia".

"Fui a Trinidad y Tobago con mi novia y comencé en varios trabajos, pero nunca dejé de entrenar. Nunca dejé de soñar con participar en los Campeonatos Panamericanos, Mundiales y en los Juegos Olímpicos".

"Después de un proceso largo, tuve la oportunidad de entrar en el programa para atletas refugiados", continuó.

Este programa le dio la oportunidad de conseguir una Beca para Atletas Refugiados del COI, la cual le permitió dedicarse a tiempo completo a entrenar. Así fue seleccionado en el Equipo Olímpico de Refugiados del COI y competir en Tokio 2020.

"Cuando me dieron la aprobación de entrar en el programa sentí que había regresado a mi camino. Me sentí vivo de nuevo", dijo el venezolano para UNHCR.

"¡Lo siguiente que sé es que estoy compitiendo en los Juegos Olímpicos!".

Pero esta historia no acaba ahí.

Inspirar a refugiados de todo el mundo para "perseguir sus sueños"

Después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que tuvieron lugar en el verano de 2021, el programa de la UNHCR le ayudó a encontrar un nuevo hogar en Uruguay, donde ahora reside con su padre, que también es entrenador, su novia Luz, su mánager y su nutricionista.

Que quiere pelear en los Juegos Olímpicos de París 2024 es un hecho, pero después de los mensajes que ha recibido de todo el mundo después de Tokio, se ha dado cuenta de que también está luchando por algo más grande: inspirar a refugiados en cualquier lugar.

Así lo dijo recientemente para la IBA: "La vida siempre busca el modo de ponerte en la posición de que persigas tus sueños".