El esquí de fondo mexicano después de Germán Madrazo
La experiencia de Germán Madrazo en PyeongChang 2018 animó a muchos esquiadores de fondo mexicanos a querer representar a su país en los Juegos Olímpicos de Invierno. México ya tiene asegurada su plaza en este deporte para Beijing 2022. Madrazo entrena a algunos de los aspirantes “para que el sueño se haga más grande”.
Es una de las imágenes más icónicas de PyeongChang 2018. Germán Madrazo ondeando la bandera de México camino de la meta. En último lugar, pero con el orgullo de ser el primer esquiador de fondo en representar a su país en los Juegos Olímpicos de Invierno. En franquear una puerta que nadie imaginó abierta.
"De todos los que tienen un sueño imposible, ese día yo gané. Subí a un podio diferente, el podio de los que cruzan la meta en contra de todo", confesó en el podcast en español de Olympics.com.
Inspirado por la historia del peruano Roberto Carcelén, Madrazo se propuso aprender a esquiar con 42 años para competir en unos Juegos de Invierno. Con solo 12 meses de competición, logró el ansiado billete en el último día posible.
Logrado el sueño, solo había una forma de hacerlo más grande: a través de los demás.
Un equipo repartido por el mundo
"La única forma de que mi sueño se haga ahora más grande no es haciéndolo yo, sino ayudando a que otros lo hagan”, aseguró Germán Madrazo a Olympics.com.
Su sola presencia en PyeongChang 2018 ya fue un impulso muy importante para el esquí de fondo mexicano, que en estos años ha visto crecer y crecer su selección. De los cuatro esquiadores que empezaron, a los más de veinte que hoy la componen.
“Después de ver a Germán, comenzó a involucrarse más gente. La competencia va a ser cada vez más difícil porque el nivel va a ser cada vez más alto”, apunta a Olympics.com Antonio Pineyro, que comenzó a competir el mismo año que Madrazo. “Creo que al verlo muchos se aventaron a intentarlo”, añade Jon Soto Moreno.
Es una selección atípica porque, a falta de nieve, sus miembros están repartidos por todo el mundo. Soto vive en Estados Unidos; Pineyro, en Japón; otros, en Austria (Pedro Montes de Oca), Canadá (Rodrigo Rangel), Noruega (Juan Carlos Ayala)... Pero todos con el objetivo común de representar a México en competiciones internacionales. De hecho, ya tiene asegurada su presencia en Beijing 2022.
Soto aseguró una plaza olímpica para México en el Mundial de 2021, donde su país contó con cinco representantes, incluida la primera mujer, Regina Martínez. Ambos entrenan a las órdenes de Germán Madrazo, que ahora presta su ayuda a los esquiadores de fondo mexicanos que acuden a él en busca del sueño olímpico.
Jon Soto Moreno y un billete soñado
Jonathan Soto vive en Minnesota desde los 12 años. Descubrió el esquí de fondo en la preparatoria, buscando un deporte para mantenerse en forma durante el invierno para la temporada de atletismo. Su entrenador de entonces le propuso representar a México en unos Juegos Olímpicos de Invierno, pero la idea quedó aparcada por falta de fondos: era eso o ingresar en la universidad.
La ilusión revivió al ver a Madrazo en PyeongChang 2018, y esta vez Soto decidió llamar a la Federación Mexicana. “Le pedí al presidente el teléfono de los atletas para preguntar y organizarnos. Ahí estaba Germán Madrazo, y me dije, ‘pues de todos, él va a saber lo que hay que hacer para llegar’. Contacté con él y me dijo que me ayudaría a llegar a Beijing 2022”, recuerda para Olympics.com.
Ambos viven en Estados Unidos y, aunque están separados por más de 1.000 kilómetros, la tecnología facilita el trabajo. “Él me manda los planes semanas y, con ayuda de mi reloj deportivo, él ve las frecuencias cardiacas, las distancias, los tiempos... Las métricas que le ayudan a decidir qué hacer, qué quitar o qué cambiar”, explica Soto.
Y fue Madrazo quien le confirmó la noticia de que había logrado la plaza olímpica para México. “Mis compañeros me lo decían, pero yo no quería cantar victoria hasta que fuera oficial. Y creo que como a la hora Germán me mandó un mensaje con una captura de teléfono con el tiempo oficial. Ahí ya me dio el sentimiento de haberlo logrado”.
El siguiente paso será saber quién ocupa esa plaza.
Regina Martínez, doctora y pionera
En enero de 2019 un vórtice polar azotó Minnesota, con temperaturas que alcanzaron los -48º C (-56º F). Al verse con nieve hasta las rodillas, Regina Martínez se dijo que sus genes mexicanos no estaban hechos para ese clima, y se preguntó cuántos compatriotas habían competido en unos Juegos Olímpicos de Invierno. ¿Habría siquiera alguno?
Una rápida búsqueda en Google arrojó los cuatro representantes en PyeongChang 2018. Le llamó la atención que uno de ellos hubiera hecho esquí de fondo, un deporte que ella había intentado practicar (sin demasiado éxito) en un par de ocasiones con sus amigos. Y una idea le cruzó la cabeza.
En su página personal, Martínez cuenta que inicialmente la desechó por falta de tiempo con sus estudios de Medicina, pero unos meses más tarde contactó con Germán Madrazo para pedirle ayuda. El olímpico no solo aceptó ser su entrenador, sino que se trasladó una semana a Minnesota en enero de 2020 para darle un curso intensivo.
Solo un año después, Regina Martínez sería la primera esquiadora de fondo mexicana en competir en un Mundial de esquí nórdico. Ella no pudo conseguir un billete olímpico, pero mantiene esa llama viva con la ayuda de Madrazo.
México estará en Beijing 2022
Germán Madrazo quiere que su experiencia olímpica no quede en algo anecdótico, sino que tenga continuidad en las nuevas generaciones. Por eso ayuda a jóvenes como Soto o Martínez que comparten sueño con él.
También es el objetivo de la Federación Mexicana, que preside Carlos Pruneda, olímpico en esquí alpino en Calgary 1988. El pasado mes de julio se celebró en Achensee, Austria, la primera concentración de la selección de esquí de fondo. Es una manera de ayudar a que un equipo que está repartido por todo el globo haga piña, y de aprovechar el impulso que supuso Madrazo. De los tres miembros que eran en 2017, han pasado a 24.
México tiene una plaza asegurada en la competición masculina de esquí de fondo de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, donde también contará al menos con Donovan Carrillo en patinaje artístico, y dos representantes en esquí alpino.
Por ahora, los mejor colocados para ocupar la plaza en esquí de fondo son Jon Soto Moreno y Antonio Pineyro, que pudieron conocerse en persona en Austria. “Tenemos una rivalidad, pero es buena, porque los dos estamos tratando de hacerlo lo mejor posible. Durante esa semana me sentí muy a gusto porque tienes la misma mentalidad, los mismos gustos, las mismas metas, y nos ayudamos a crecer”.