El béisbol es uno de los deportes más practicados en América, y en algunos países del centro está considerado el deporte nacional, por delante del fútbol. Piensen en naciones como Cuba o Puerto Rico, por ejemplo, que cuentan con grandes nombres, gran tradición y gran historia. Pero solo México, de momento, tiene el boleto asegurado para Tokio 2020.
Unos comienzos importados
Para entender el éxito de este deporte en Latinoamérica habría que adentrarse en sus orígenes en estas regiones.
La teoría más aceptada -aunque hay otras versiones- es que el béisbol se importó de Estados Unidos a Cuba, en primer lugar, y luego de Cuba se siguió expandiendo por las zonas latinas. Esto explicaría por qué es un deporte especialmente hegemónico en América Central.
En principio, el béisbol llegó a Cuba a mediados del siglo XIX, y su primer campeonato oficial data de 1878. El resto de naciones latinas cuentan más o menos con la introducción a este deporte en unas fechas similares.
Una vía de lucha en Cuba
En estos orígenes en Cuba, este deporte fue aparentemente conocido como gato viejo. Era el pseudónimo que necesitó el deporte, ya que éste llegó a ser combatido por la Corona española, porque se entendía que había connotaciones políticas entre bate y bate. Y así era. Al parecer muchos cubanos utilizaban la excusa de estar practicando este deporte para, en realidad, conspirar.
Tras la eclosión y el posterior desarrollo del béisbol en Cuba, este deporte ha seguido trascendiendo los campos y los campeonatos.
La nación más exitosa
Aunque tiene una gran tradición como deporte de exhibición, el béisbol solo ha sido un deporte por medallas en el programa Olímpico en cinco ocasiones -todas consecutivas- desde Barcelona 1992 hasta Pekín 2008. Volverá al programa, de nuevo, en Tokio 2020. En estas cinco ediciones, Cuba ha sido el gran dominador: ha conseguido medalla en todos los Juegos (cinco) y es la nación con más oros (tres).
Cuba se proclamó campeona en el debut del béisbol en los Juegos, en Barcelona 1992, y revalidó el título en la siguiente edición, Atlanta 1996. Estados Unidos le superó en la final de Sídney 2000. Atenas 2004 sirvió para recuperar el trono Olímpico, pero en Pekín 2008 se impuso la República de Corea y, de nuevo, Cuba obtuvo la plata.
Así, Cuba es el país con más éxitos en béisbol en los Juegos Olímpicos. Y, además, de lejos. El siguiente país en número de medallas es Estados Unidos, pero con un oro y dos bronces.
América Latina está presente
Cuba no es el único país latino tocado con los éxitos del béisbol.
América es el continente que cuenta con un récord de representantes en una edición de los Juegos. Tuvo cuatro selecciones en Barcelona 1992, gracias a la representación de Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana. Este récord se igualó por Asia en Pekín 2008.
El resto de continentes no han logrado igualar estas cifras, y tampoco lo podrán hacer en Tokio 2020.
Las grandes estrellas de ayer y de hoy
Para haberse desarrollado de tal manera, el béisbol ha necesitado de grandes atletas como sus representantes. Ellos han sido el motor para el avance de este deporte como potencia en América Latina. Durante todas las etapas de este deporte, algunos de los nombres más destacados son:
Pedro Luis Lazo (Cuba). Es el jugador de béisbol que ha ganado más medallas Olímpicas en toda la historia, y, por lo tanto, el que más finales Olímpicas ha presenciado. El lanzador, considerado el mejor de la historia de Cuba por muchos, tiene en su haber dos oros y dos platas en los Juegos Olímpicos.
Omar Linares (Cuba). Nunca dejó Cuba, a pesar de las ofertas estadounidenses. Cuenta con dos oros y una plata en su palmarés Olímpico. En la final de Atlanta 1996 realizó la proeza de conectar tres jonrones (home runs).
Orestes Kindelán (Cuba). Atesora la increíble cifra de 487 cuadrangulares en ligas nacionales. Formó parte también de aquella Cuba que ganó sus primeras tres medallas Olímpicas.
Juan Soto (República Dominicana). Con solo 21 años, fue campeón de las World Series en 2019 y fue galardonado con el Babe Ruth Award, que premia la mejor actuación de un jugador de la MLB en la postemporada.
Ketel Marte (República Dominicana). Estuvo dentro del All Star de la MLB la pasada temporada 2019.
Francisco Lindor (Puerto Rico). El hombre de la eterna sonrisa hizo historia boricua cuando en 2016 se convirtió en el primer puertorriqueño en ganar el Guante de Oro como campocorto. Lo repitió en 2019. Es uno de los grandes nombres actuales de la nación, junto con Javier Báez, dos veces en el All-Stars (2018 y 2019) y campeón de las World Series en 2016.
Iván Rodríguez (Puerto Rico). Considerado uno de los grandes receptores en la historia de la MBL, Rodríguez debutó como profesional en 1991. Fue MVP de la Liga Americana en 1999.
Roberto Clemente (Puerto Rico). Debutó en 1955 y fue uno de los jugadores más históricos, tras atesorar doce Guantes de Oro de la Liga Nacional en su haber - el que más en América Latina. Fue MVP en la Liga Nacional en 1966. Su vida estuvo marcada también por su ejemplo fuera del campo, a través de labores humanitarias.
Alfonso Carrasquel (Venezuela). Fue clave en el desarrollo del béisbol en Venezuela, y el tercer jugador de su nación en jugar en las Grandes Ligas, tras su debut en 1950. Un año después, se convirtió en el primer latino en participar en un partido All-Stars. Carrasquel, que falleció en 2005, fue tan clave la aportación para su nación que cuenta con un estadio con su nombre en su honor en el estado de Anzoátegui.
Luis Aparicio (Venezuela). También de la época de los 50s, Aparicio fue el primer venezolano en ingresar en el Salón de la Fama. Participó en diez partidos de las estrellas y consiguió nueve Guantes de Oro.
Omar Vizquel (Venezuela). Disputó 24 temporadas en las MBL antes de retirarse en 2012, y llegó a ser el jugador más mayor en las Grandes Ligas, con 45 años. En su extensa trayectoria, logró once Guantes de Oro. También se conoció su faceta social y humanitaria, no solo sus éxitos deportivos.
Fernando Valenzuela (México). Jugó como profesional hasta 1997. En su primera temporada en la MBL, fue el rookie del año y recibió el premio al mejor pitcher. Su éxito en los campos y en las gradas se denominó 'Fernandomanía'.
Efrén Navarro (México). El nuevo héroe mexicano en este deporte. El veterano consiguió el pase de México a los Juegos Olímpicos por primera vez en su historia gracias a un hit en el inning 10 en el partido ante Estados Unidos del Premier 12, que acabó así en victoria.
Y toda esta lista podría ser interminable. Estos son solo unos ejemplos, entre muchos otros, por supuesto.
México, ¿y cuál más?
México ha hecho historia en este ciclo Olímpico, en el que ha clasificado por primera vez en la historia para disputar los Juegos Olímpicos a su equipo de béisbol masculino y de sóftbol femenino.
Gracias a esta hazaña, México es la única selección latina que está clasificada por el momento para el torneo de béisbol. Junto a ella se encuentran Japón -como anfitriona-, Israel y Corea.
La crisis del coronavirus ha impedido que se disputen las clasificatorias restantes (la de las Américas y la clasificatoria final) para poner nombre a las dos únicas plazas libres para los Juegos Olímpicos, y en las que ponían la esperanza Cuba, Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana, Colombia y Nicaragua.
En principio, y según el ranking global de la WBSC, el órgano que rige el béisbol y el sóftbol mundial, Cuba (7ª) y Venezuela (8ª) serían las naciones latinas mejor posicionadas. Aunque dentro del top-ten mundial les acompañan México (5ª, ya clasificada) y la República Dominicana (10ª).
De nuevo, América -sumando la selección de Estados Unidos (2ª)-, es el continente con más combinados en el top-ten global.
Un modo de vida
Todo esto hace a Latinoamérica una potencia en béisbol (o beisbol -en su versión aguda-, según su pronunciación en varios países), junto a otras como Estados Unidos o Japón. Sin embargo, también hace del béisbol, de la pelota, un modo de vida en algunas naciones. Una manera de hacer política o de abstraerse de ella, una salida a circunstancias difíciles, un lugar en el que sentirse seguro. Es por ello que este deporte ha llegado incluso a la letra de muchos cantantes, como los puertorriqueños Residente o Bad Bunny, por ejemplo. Con el béisbol, la pelota vuela más allá de los estadios.