El auge del ciclismo latino: ¿Por qué es tan popular en países como Colombia o Ecuador?
Richard Carapaz, de Ecuador, se proclamó campeón olímpico en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en 2021. Fue algo histórico para el ciclismo latino, después de que el colombiano Rigoberto Urán lograra la medalla de plata en Londres 2012.
Estos dos hitos en el ciclismo olímpico han sido acompañados a otros en el UCI WorldTour, como cuando Egan Bernal ganó el Tour de Francia en 2019, convirtiéndose en el primer latinoamericano en lograrlo y el más joven en 110 años de historia.
Los éxitos de estos nombres propios hacen que ya no sea extraño encontrar cada vez más latinos disputando las grandes del ciclismo en ruta (el Giro de Italia, el Tour de Francia y la Vuelta a España).
Así, el ciclismo latino va creciendo cada vez más. Algunos de sus protagonistas, como Rigoberto Urán, subcampeón del Giro de Italia en dos ocasiones y del Tour de Francia una vez, han explicado para Olympics.com los motivos del auge de la popularidad este deporte en Latinoamérica mientras siguen soñando con hacer más historia en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El ciclismo, pegado a la altura y la naturaleza
Que el ciclismo se desarrolle en Latinoamérica especialmente en Colombia tiene un motivo principal: la altura.
Históricamente los ciclistas latinos están considerados como grandes escaladores, un rasgo vital para grandes victorias, como la de Carapaz en los pasados Juegos Olímpicos.
"Yo creo que el hecho de nacer y criarnos en altura es para nosotros [ideal para el ciclismo] natural", explica Esteban Chaves, corredor colombiano del EF-Education First, dos veces olímpico (Río 2016 y Tokio 2020).
El ciclismo como medio de transporte
Como indica Rigoberto Urán, el ciclismo no es solo una manera con la que crecer, sino con la que desplazarse en lugares como su natal Colombia: "El ciclismo en Colombia significa mucha pasión. Es una herramienta de trabajo. Mucha gente, en regiones enteras, la gente va a trabajar en bicicleta y la usan mucho. La usan los campesinos para ir a trabajar y es el deporte que le ha dado mucha gloria a Colombia, un país que se identifica con sus montañas, con sus ciclistas".
Su compatriota Esteban Chaves continúa con esta afirmación: "La parte social es súper importante en nuestros países porque la bicicleta es una herramienta muy importante para nosotros para ir al trabajo, para ir al cole, para ir a la universidad. Y esto hace que tengamos un talento y unas cualidades especiales que gracias a la globalización podemos ir especificando y pueden salir campeones olímpicos como Richard [Carapaz]".
El ciclismo y el deporte como una oportunidad
Urán, además, explica que el deporte puede verse como una oportunidad para crecer, especialmente cuando no todas las chances están de tu lado.
Fue su caso cuando era más joven.
"La mejor forma de desarrollar un país es a través del deporte ya que tienes los jóvenes entretenidos haciendo lo que les gusta. Y realmente uno como deportista puede aprender muchas cosas para la vida. Yo no tengo estudios, pero todo me lo ha dado el ciclismo. Todo lo que he aprendido, todo lo que conozco, los compañeros, muchas cosas. Son casi 20 años los que llevo en Europa y obviamente eso te sirve para mucho", recuerda el colombiano.
Estas dos décadas que menciona Urán como ciclista profesional están a punto de acabarse, ya que anunció que 2024 supondría su última temporada.
Un salto más sencillo a Europa
Además, los ciclistas de élite de Latinoamérica indican que se están desdibujando las barreras con Europa, que antes eran tan lejanas.
"Los equipos ya van a entrenar a Colombia. Anteriormente no iban. Ya a los jóvenes que están en Colombia se les hace muy fácil venir aquí a Europa", sostiene Rigoberto Urán.
Él precisamente es una figura que intenta ayudar a los más jóvenes a desarrollar sus carreras sobre las dos ruedas, algo que antes era más complicado, según indica: "Lo único que quiero es que cuando los jóvenes de Colombia vienen acá a Europa puedan encontrar un buen equipo que les dé la seguridad primero emocional, luego financiera y, si van ganando carreras, pues obviamente que tengan buenos contratos. No es que yo sea un mánager, sino que simplemente trato de decirles cuál es la mejor opción".
La propia rivalidad interna
Que de algún modo sea más fácil llegar a Europa, al WorldTour, se propicia en cierto modo a que grandes equipos, como el EF Education-EasyPost den opciones a ciclistas latinos que están despuntando.
De hecho, cuando Carapaz fichó la temporada pasada por el equipo estadounidense, unió fuerzas con Urán, Chaves o el costarricense Andrey Amador, entre otros latinos.
"Los años han cambiado y hemos tenido una renovación de nuevos corredores y tenemos la oportunidad de coincidir aquí. Creo que ahora somos una gran parte del equipo. Es algo emocionante y disfruto mucho de esto porque al final es como estar en casa", contó entonces Carapaz para Olympics.com.
Además de en el WorldTour, la rivalidad interna también se vive en las selecciones nacionales, como las de los Juegos Olímpicos, ya que no todos pueden ser seleccionados.
Incluso en los Juegos Panamericanos se ha visto esta evolución en el ciclismo de este lado del mundo.
Tras ganar el oro en Santiago 2023, el ecuatoriano Jhonatan Narváez se reafirmó en lo dura que fue la competencia con el resto de ciclistas en declaraciones en línea de meta para Olympics.com: "El nivel es alto aquí en Latinoamérica. No ha sido fácil ganar aquí, incluso con dos corredores WorldTour [en el equipo de Ecuador, Carapaz y él]. El nivel no es fácil, es duro y eso es bueno para Latinoamérica".
El ciclismo colombiano, el impulsor del resto
Aunque en los últimos tiempos Carapaz y Narváez hayan puesto cara al éxito del ciclismo ecuatoriano, asumen que todavía su nación está a la estela de Colombia, que fue la primera gran potencia latina en este deporte.
"Colombia ha tenido una tradición desde los años 60 y para Ecuador ha sido algo nuevo. Hemos tenido grandes corredores a nivel de la historia, pero ha sido una mínima parte. Creo que en los últimos años ha habido un despunte de corredores, y eso ha sido positivo para el país. Eso significa que hay talento y buenos corredores. Pero hay mucho trabajo por delante", remarca Carapaz.
"Creo que ahora mismo para podernos comparar con Colombia es casi un poco improbable. Nosotros todavía estamos en un proceso donde hay que trabajar, tiene que haber mucha entrega y, sobre todo, mucha más afición. Es lo que le hace falta al ciclismo de nuestro país", esgrime el vigente campeón olímpico.
Los éxitos en los grandes escenarios
Quizá el motivo de dar más visibilidad al ciclismo en Latinoamérica han sido los grandes resultados en escenarios como grandes vueltas o Juegos Olímpicos.
"[Resultados como el oro en los Juegos Olímpicos] influyen mucho en la sociedad ya que la gente intenta conocer más de lo que es el deporte. Ha habido un cambio de generación donde se ha visto implicado no solo el ciclismo, sino muchos otros deportes donde se han dado resultados muy grandes, tal vez inesperados. Y sí que es cierto que ha influido [el oro olímpico] en la mayor parte de la población. Los niños ahora buscan como una alternativa el montar en bici", reflexiona Carapaz sobre la importancia social que tiene una medalla de oro olímpica como la que él mismo logró en Tokio 2020, en 2021.
El propio Carapaz tiene como una de las metas de su carrera que su país, Ecuador, "se sienta más ciclístico". Y con el título olímpico se acercó a ello.
Lo que falta: que el ciclismo eche raíces en la cultura
Pero para que Ecuador sea más ciclístico se necesita, además de buenos resultados, constancia por parte de la afición.
"No tenemos una cultura ciclista que va perdurando. Creo que se necesita tiempo y una inversión a largo plazo para que esto cada vez se vaya renovando y no termine cuando Richard Caparaz se retire de la bici. Más bien hay que trabajar en eso de que haya una renovación constante de ciclistas, de gente y sobre todo, que esto tenga un poco más de crecimiento a nivel técnico y de gente", empieza a ilustrar Carapaz sobre el ciclismo ecuatoriano.
"El ciclismo es una cultura que está ahora creciendo, pero tardará años y todo esto dependerá también de la población, de cómo lo vea, cómo lo comparta y cómo esté siendo absorbido realmente el ciclismo. Ahora mismo creo que con el tema del Tour, el Giro, la Vuelta, grandes carreras que hemos hecho, las mismas Olimpiadas, sí que han servido como aporte para que haya mucha más gente que sigue la bici, que monta en bici también y eso es positivo".
"Pero, ¿esto cuánto puede durar? Puede ser que esto sea como un flash, que ahora, mientras en cinco o seis están arriba, todo el mundo lo siga y luego desaparezca", prosigue.
"Ahora mismo es un deporte muy importante para el país porque ha hecho muchas cosas positivas por el bien del deporte: hemos hecho una medalla en Olimpiadas y también en Panamericanos, Sudamericanos, Bolivarianos... Y ahora cada vez que Ecuador va a una cita de estas es un país de referencia. Eso significa que para el país ya va siendo un deporte que tiene peso, que es importante y ahora estamos dentro de los países que tal vez están más desarrollados".
Y eso, obviamente, es un placer para Richard Carapaz porque el ciclismo para él, dice, no solo es su deporte favorito, sino su vida. "Para mí nunca va a ser de menos", recalca el ecuatoriano.
Pero todo apunta a que, con ciclistas como él, no va a ser de menos sino siempre mucho más.