Ana Peleteiro ha llorado. Ha saltado. Ha corrido. Ha gritado.
Toda la comparsa de celebración estaba en ella. Porque sobre todo lo que ha hecho Ana Peleteiro ha sido historia.
La atleta española ha conseguido el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en una de las finales de triple salto femenino más difíciles de la historia, ya que en ella, la ganadora del oro, Yulimar Rojas, ha batido el récord del mundo.
Pero Peleteiro ha tenido también un pedazo de este 'hacer-lo-que-nadie-ha-hecho'.
En la noche tokiota se ha subido en sus primeros Juegos Olímpicos al tercer lugar del podio, después de superar dos veces el récord nacional: primero con un salto de 14.77m; después con uno de 14.87m.
"Estoy levitando. No me lo creo, esto es un sueño. Tardaré en asimilarlo. Ver llorar a Iván (Pedroso) es el mejor regalo que podían hacerme hoy y espero que este haya sido el mejor regalo para mis padres. Lo han pasado muy mal y me emociona pensar que no están aquí para poder vivirlo pero a la vez sé que desde casa lo han disfrutado muchísimo. Me quedo con eso", ha expresado la española muy emocionada tras lograr la medalla.
Además de a sus personas más cercanas, se ha acordado de los malos momentos que le han hecho recomponerse aún más fuerte y que le han enseñado a mirar la vida de manera diferente.
"Sabía que el covid, a pesar de todas las cosas malas que ha traído, iba a traer muchas cosas buenas. Me ha humanizado muchísimo. Gracias a este parón, a volver a empezar, a replantearme todas las cosas de cero estoy aquí. Como dice Iván, todo pasa por algo y las oportunidades hay que aprovecharlas porque sino pasa el tren y te lo pierdes", ha confesado.
Y no ha perdido la ocasión para reivindicarse como atleta.
"Llevo soñando con esto toda mi vida, también soñé con ser cantante y no lo voy a ser nunca. ¿Sabes qué me pasa? Antes de empezar la competición recibí muchos mensajes de que ya no estaba concentrada, que estaba en otras cosas y me fastidió mucho", ha proseguido Peleteiro.
"Hoy le quiero dedicar esta medalla, además de a toda mi familia y a toda la gente que está a mi lado porque se lo merecen, a todos aquellos que pusieron en causa mi profesionalidad porque yo cuando estoy a una, estoy a una; y desde hace muchos meses solo estoy a esto. Y ver esos comentarios me dio aún más ganas de continuar luchando y demostrar que puedo hacer lo que me dé la gana porque todo va a depender de mí. Así que esa medalla también va para ellos", ha sentenciado Peleteiro.
Porque sí: ha dependido de ella. Y lo ha conseguido.