Amuletos de la suerte: rituales y supersticiones de los deportistas olímpicos
Gatos, bigotes, ropa interior o calcetines. ¿Qué pueden tener en común cuando te estás preparando para unos Juegos Olímpicos? Olympics.com desvela las supersticiones que algunos olímpicos han usado en su camino hacia la cima de los deportes de invierno.
En casi todos los deportes de invierno la fricción de tu material con el hielo o la nieve juega un papel muy importante. Son disciplinas que requieren precisión, determinación y, a veces, un poco de improvisación. Pero incluso después de todo el trabajo que conlleva ganar una carrera o completar una maniobra acrobática mejor que la de tus rivales, las cosas no siempre salen como esperabas.
Quizá por eso algunos de los mejores deportistas suelen confiar también en pequeñas cosas inexplicables, incluso para afrontar momentos que pueden marcar sus carreras o hasta sus vidas. En Olympics.com hemos descubierto los rituales y supersticiones de algunos deportistas que intentarán hacer historia en estos Juegos Olímpicos de Invierno. Acompáñanos.
Pintura corporal
En los Juegos Olímpicos de la Juventud Lausana 2020, después de ganar el oro en la competición de Big Air con un gato de la suerte dibujado en la mano, la esquiadora acrobática china Aileen (Eileen) Gu habló con Olympics.com:
“Soy muy supersticiosa. Aunque sé que no es lo mejor cuando estás compitiendo. Estaba mirando mis símbolos de la suerte y logré calmarme... Si subo también al podio en los Juegos Olímpicos [de Invierno], me tatuaré el gato”.
Ahora es momento de que la estrella china aproveche la oportunidad para tatuarse ese amuleto de la suerte... Ganando una medalla en Beijing 2022.
La rider checa Eva Samková es famosa por dibujarse un bigote en el labio superior antes de las competiciones importantes. Es un hábito que ha mantenido desde que participó en el Mundial de 2011, donde debutó con un quinto puesto.
Tres años después subió a lo más alto del podio de snowboard cross en Sochi 2014, la primera medalla de oro para su país en aquellos Juegos Olímpicos. Y en aquella ocasión, con un bigote pintado con los tres colores de la bandera de la República Checa: blanco, rojo y azul.
A juego o cambiando de color
Hablando de colores, Kwak Yoongy, capitán de la selección de patinaje de velocidad en pista corta de la República de Corea, sabía exactamente qué color le iba a llevar a la victoria. En una ocasión, Kwak confesó que había llegado a obsesionarse con la ropa interior que iba a llevar los días de competición importante. De hecho, desarrolló un sofisticado sistema semanal con el que organizaba de qué color iba en el camino hacia esa gran cita.
Sin embargo, tuvo que desechar esa rutina porque necesitaba ajustar el orden cada vez que había algún cambio de calendario. En su lugar, Kwak ha tomado una solución mucho más fácil: llevar siempre la ropa interior del mismo tipo y color (roja).
En cambio, la patinadora de velocidad italiana Francesca Lollobrigida no se ciñe a un solo color en particular. Siempre cambia de idea según la situación y escoge cuidadosamente qué llevar debajo del traje de competición.
“Elijo la ropa interior en función de los colores que me han traído suerte en otras carreras”, dijo la plusmarquista italiana de los 3.000 m y los 5.000 m en una reciente entrevista con Olympics.com. “Pero para cada prueba –1.000, 1.500 o 3.000 metros– uso diferentes colores. Y a veces uso también calcetines de un color diferente cada uno”.
Rituales precompetición
A veces ayuda seguir un ritual que compartes con tus compañeros. Así lo explicó a Olympics.com Alina Kovaleva, skip del equipo curling femenino de ROC. “Antes de los partidos seguimos un ritual de equipo. Jugamos con una pelota pequeña llena de arroz [conocida como footbag o hacky sack], dando pataditas, y después ya calentamos, estiramos y nos preparamos para el partido”.
“Antes salíamos pronto al hielo antes del partido, cuando todavía quedaban 15 o 20 minutos, y nos poníamos a dar patadas a las manoplas porque no había otra cosa que hacer. Así que decidimos que necesitábamos algo específico, alguna pelota, para no estropear nuestro material. Así que decidimos comprar un par de calcetines para jugar a este juego”.
Por su parte, el patinador de velocidad de pista corta húngaro Shaolin Sandor Liu se hizo viral en PyeongChang 2018 con su particular entrada a pista antes de las carreras: tocarse la ceja derecha, después la izquierda y dedicar un guiño y una sonrisa a cámara. No está claro que fuera la razón por la que ganó la primera medalla de oro de Hungría en los Juegos Olímpicos de Invierno, pero parece que Shaolin cree en el poder de su “Guiño del Amor”.
"Simplemente hice un guiño a la cámara y a todo el mundo le gustó. Me dio suerte, y he ganado muchas carreras con esta suerte".