El esquí alpino es una de las disciplinas más emblemáticas de los Juegos Olímpicos de Invierno. Los esquiadores alcanzan velocidades de hasta 152 km/h mientras se deslizan por un recorrido sinuoso repleto de giros bruscos y saltos vertiginosos. En Beijing 2022 habrá 11 pruebas de esta disciplina, que pondrán en juego un total de 33 medallas. ¿Quiénes son los favoritos para ganarlas?
A continuación repasamos la historia del esquí alpino en los Juegos Olímpicos, las principales estrellas que se darán cita en Beijing, las sedes de la competición y más.
Los mejores esquiadores en Beijing 2022
El esquí alpino es uno de los deportes de mayor exigencia física en los Juegos Olímpicos de Invierno. Una prueba de ello es que en toda su historia olímpica solo cinco atletas han defendido con éxito su corona. Si esta ‘tradición’ se mantiene, deberíamos ver muchos campeones (y medallistas) nuevos en los podios en Beijing. Pero eso no significa que podamos pasar por alto a las estrellas ya consolidadas y a los esquiadores más veteranos.
Muchos ojos estarán puestos en la estadounidense Mikaela Shiffrin. La doble campeona olímpica viene de ganar cuatro medallas en los Mundiales de 2021 (incluido el oro en la combinada) con las que engrosa un palmarés espectacular: tiene tres títulos en la general de la Copa del Mundo y cuatro oros mundiales de eslalon, y es la única deportista con victorias en las seis disciplinas de la Copa del Mundo de esquí alpino de la FIS.
Shiffrin compitió en los eventos de eslalon gigante (oro), eslalon y combinada (plata) en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, y será favorita a medalla en estas tres pruebas en Beijing.
Los focos también estarán sobre Ester Ledecka (CZE), doble campeona olímpica en PyeongChang 2018 (supergigante y eslalon gigante paralelo); y en Lara Gut-Behrami (SUI), oro en el supergigante y el eslalon gigante del pasado Mundial.
Será interesante ver si Sofia Goggia (ITA) puede defender su corona olímpica en descenso ante Corinne Suter (SUI), vigente campeona del mundo, y la propia Gut-Behrami, que en esta especialidad suma un bronce olímpico y tres medallas en los mundiales. Otro nombre a tener en cuenta será el de Michelle Gisin (SUI), oro en la combinada en PyeongChang, y que parece estar en buena forma después de ser tercera en el Mundial.
En categoría masculina, la pelea por los tronos del gigante y la combinada está totalmente abierta tras la retirada en 2019 de Marcel Hirscher (AUT), doble campeón olímpico. Mathieu Faivre (FRA), oro mundialista en gigante y en eslalon gigante paralelo (prueba que no forma parte del programa olímpico), parece el gran candidato a suceder al austriaco en la que será su 3ª participación en unos Juegos, aunque Alexis Pinturault (FRA), plata y bronce combinada y gigante, respectivamente, en PyeongChang, no se lo pondrá fácil.
Otros nombres a tener en cuenta son Vincent Kriechmayr (AUT), actual campeón mundial en supergigante y descenso), y Matthias Mayer (AUT), oro olímpico en supergigante (2018) y descenso (2014).
Calendario Olímpico de esquí alpino en Beijing 2022
La competición de esquí alpino tendrá lugar del 6 al 19 de febrero de 2022.
Sede Olímpica de esquí alpino en Beijing 2022
Las pruebas se celebrarán en el Centro Nacional de Esquí Alpino, situado en Zhangjiakou. La pista es una de las más empinadas del mundo, y la zona de salida tiene una inclinación máxima de 68 grados.
El Centro tiene siete pistas de esquí, cada una de las cuales se extiende a lo largo de unos 10 kilómetros, y la caída vertical más grande alcanza los 900 metros. Después de los Juegos, la sede será utilizada para el entrenamiento de selecciones nacionales y eventos deportivos internacionales.
Formato de competición del esquí alpino en Beijing 2022
La competencia alpina en Beijing 2022 contará con 11 pruebas (entre masculinas, femeninas y mixta):
- Descenso
- Supergigante
- Eslalon gigante
- Eslalon
- Combinada alpina
- Equipo Mixto
En las pruebas de descenso y supergigante, los participantes tienen una sola carrera para registrar el mejor tiempo posible, mientras que en las de eslalon y eslalon gigante tienen dos oportunidades. Los participantes que no terminen o sean descalificados en su primer recorrido, no podrán realizar el segundo. La suma de los tiempos de ambas carreras determina el ganador de la prueba.
En la combinada alpina, los esquiadores realizan una carrera de descenso y otra de eslalon en pistas diferentes a las utilizadas en las competiciones específicas de descenso y eslalon. Al igual que sucede con las pruebas de eslalon y eslalon gigante, solo los participantes que completan el descenso pueden tomar parte en la segunda parte de la prueba. Los tiempos de las dos carreras se suman para determinar las posiciones en la clasificación final.
En la competición de equipos mixtos, los equipos están formados por dos hombres y dos mujeres que representan al mismo país. Los equipos se enfrentan en carreras de slalom paralelas entre sí, con dos esquiadores compitiendo entre sí en el mismo recorrido simultáneamente, uno al lado del otro.
En esta prueba gana quien cruce la línea de meta primero, y el equipo que gana tres carreras avanza a la siguiente ronda. En caso de que ambos equipos ganen dos carreras, vencerá el equipo en el que la suma de los tiempos de su participante femenino y su participante masculino más rápidos sea el menor.
Historia del esquí alpino olímpico
El esquí tiene una historia muy antigua que se remonta a la prehistoria por el descubrimiento de tablas de madera de distintos tamaños y formas conservadas en la turba y aparecidas en Rusia, Finlandia, Suecia y Noruega. Los fragmentos de esquíes descubiertos en Rusia proceden del 8000-7000 a. C. Es casi seguro que, en los países más fríos, el esquí fue parte integral de la vida cotidiana desde hace miles de años.
El nacimiento del esquí alpino moderno suele datarse en torno a 1850, cuando la leyenda noruega Sondre Norheim popularizó los esquíes con lados curvos, fijaciones con bandas de talón rígidas hechas de madera de sauce, así como los giros Telemark y Christiania (eslalon). El esquí alpino masculino y femenino debutó en el programa olímpico en 1936, en Garmisch-Partenkirchen. La única competición de ese año fue una prueba combinada de descenso y eslalon. En 1948, esta prueba se celebró junto con carreras separadas de descenso y eslalon.
Cuatro años más tarde se añadió la prueba del eslalon gigante, y en 1988 el supergigante se convirtió en una cuarta prueba independiente. En 2018, la prueba de equipos mixtos fue la última incorporación a la competición olímpica de esquí alpino. No nos quedamos cortos al afirmar que Austria ha dominado históricamente la disciplina del esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Invierno, ganando 121 medallas, 55 más que su rival más cercano, Suiza (con 22 oros, 22 platas y 22 bronces).
Kjetil André Aamodt (NOR) es el esquiador más condecorado de la historia de los JJOO con ocho medallas, incluidas cuatro de oro. Janica Kostelić (CRO) es la esquiadora con más podios olímpicos, seis, incluidos cuatro títulos de campeona. Aamodt y Kostelić son, además, los únicos atletas que han ganado cuatro oros olímpicos en esquí alpino.